jueves, 22 de noviembre de 2012

TEORÍA DEL CAPITAL HUMANO E INTELECTUAL







Teoría del comportamiento humano de Gary Becker
Por: Patricia Álvarez


Introducción

GARY BECKER Economista Americano nació el 2 de diciembre 1930. Estudió en la Universidad de Princeton, Matemáticas y posteriormente amplió estudios en Economía en la Universidad de Chicago. Tras licenciarse en 1951 colaboró  con el departamento de economía de la Universidad, trabajando como profesor asistente durante 3 años,  lo que le permitió doctorarse en la misma Institución en el año 1955.

Ha publicado varios trabajos como  “Economía de la discriminación" (1957);  "El capital humano" (1964), en donde extendió  el dominio del análisis microeconómico a un campo más amplio del comportamiento y la interacción humana, incluido comportamiento no propio de mercado.
Por el cual recibiría el premio Nobel de Economía casi tres décadas después, es decir, en el año 1992.
En este ensayo analizaremos y trataremos de explicar en términos sencillos, práctico  y cotidianos cómo es que las acciones que tomamos a diario en nuestro presente, y que afectan necesariamente nuestro futuro, como por ejemplo casarnos, comprarnos una casa, o divorciarnos,  pueden explicarse y entenderse desde un punto de vista económico.

 Teoría del comportamiento humano
En el año 1964 Becker publicó el libro “El Capital Humano”, trabajo por el cual fue premiado por el Nobel (1992), por desarrollar el concepto del Capital Humano.  Sin embargo,  por casi tres décadas su trabajo acerca de este tema fue criticado e ignorado por los principales economistas del mundo, quienes no lo consideraban un verdadero especialista por dedicar su atención y  estudios a extender el dominio del análisis microeconómico a un amplio rango de comportamiento humano e interacción, no teniendo siempre relación con el mercado y llevándolo a nuevos territorios como  la psicología y la sociología.
Por ejemplo, desde el punto de vista económico, Becker plantea que para los padres, sus hijos pueden ser considerados como bienes de consumo que producen muchas satisfacciones, como sus primeras palabras, el primer día de colegio, o la llegada de los nietos,  pero que a su vez tienen un precio. El precio consiste en el tiempo y los bienes asociados a su nacimiento y  crianza. (Pañales, tiempo sin dormir, enfermedades, pago de colegiatura y universidad). Además acá es fundamental el costo de oportunidad de la madre, pues a medida que la madre es más exitosa en su plano profesional, el costo de tener un hijo va siendo mayor. Por otra parte, en muchos países subdesarrollados, los niños representan unidades de trabajo directo que permite aumentar el ingreso familiar (es común ver en los semáforos de nuestra ciudad, niños realizando actividades como limpiar parabrisas y brindar mini espectáculos a los automovilistas a cambio de algunas monedas). En palabras de Becker, los padres realizan todo eso en pos de sus hijos, porque son altruistas y le dan un valor superior a este altruismo que a cualquier otro bien.
La sociedad no crece ni se desarrolla si no invierte en capital humano. Si no existieran padres interesados en el bienestar de sus niños, no se hubiese dado un desarrollo económico como el que sucedió en Estados Unidos cuando, a mediados del siglo pasado, muchos padres enviaron a sus hijos a Universidades en lugar  de ponerlos a trabajar desde jóvenes.
Esta decisión de los padres posibilitó el que ese país se desarrollarse pues el capital humano fue óptimo.-
Para Becker, Capital humano lo define como el conjunto de las capacidades productivas que un individuo adquiere por acumulación de conocimientos generales o específicos. La idea de un stock inmaterial imputado a un individuo que puede ser acumulado, usarse. Es una opción individual, una inversión. Se evalúa por la diferencia entre gastos iniciales: el costo de los gastos de educación y los gastos correspondientes, versus el costo de productividad, es decir, el sueldo que recibiría si estuviera desarrollando una actividad económica, y sus rentas futuras actualizadas.
Así por ejemplo, un individuo no capacitado que no invierte en él, solo podrá aspirar a trabajos poco remunerados. Sin embargo, si ese mismo individuo se capacita, es decir si invierte tiempo y recursos económicos como matriculas, mensualidades, libros, etc., al final de sus estudios sus beneficios serán muchos más amplios que si no hubiese optado por la capacitación.
El individuo hace, así, una valoración arbitraria  entre trabajar y continuar una formación que le permita, en el futuro, percibir sueldos más elevados que los actuales. Acá se toma también en cuenta el mantenimiento de su capital sicológico como la salud, educación alimentación.  Pero estas  capacidades también puede depreciarse, ya sea por una desvalorización de sus conocimientos generales y específicos (debido a la falta de capacitación o actualización en materias como tecnología),  o bien por el desgaste de su salud física y moral (como la edad, stress, etc.).
La teoría del capital humano distingue dos formas posibles de formación: La formación general y formación específica.
Por formación general entendemos la adquirida en la educación básica y media  y cualquier otra educación, que sea financiada por el propio trabajador, en resumen en esta formación la Empresa no está, de modo alguno  obligada a pagar los costos de formación de una persona. Por su parte la formación específica es la adquirida dentro de  una unidad de producción o de servicio,  y permite desarrollar al trabajador su productividad dentro de la empresa y no  fuera de ella. En este caso, la financiación se asegura al mismo tiempo por la empresa y por el trabajador.
Durante el periodo de entrenamiento, la remuneración recibida por el trabajador es inferior al que hubiera podido percibir fuera de la empresa.
Así, el  conocimiento no se mide más que por su contribución monetaria, y no porque pueda aportar a un proceso de acumulación y de conocimiento. La teoría del capital humano niega, así, el carácter colectivo del proceso de acumulación de conocimiento, haciendo del individuo un ser que maximiza sus rentas futuras optando entre trabajar y educarse.
Entonces,  lo que busca mostrar Becker es aplicar la racionalidad económica a todos los comportamientos en general de las personas, ya que el sostiene que “gran parte de los problemas cotidianos, pueden ser analizados desde una perspectiva económica”, y lo hace realizando el costo- beneficio de éstos, de este modo, señala que la economía permite analizar diversos problemas humanos, como el matrimonio, la natalidad, la discriminación, la pobreza e incluso el crimen, esto, mediante una mira económica.

Pensamiento económico de Becker en la psicología y sociología.
Algunos de los planteamientos señalados por Becker parecer ser simples y muy obvios, sin embargo, parte éstos consiste en explicar, en términos entendibles para las personas, conceptos económicos que muchas veces nos cuesta relacionar con las acciones que realizamos a diario en nuestra vida cotidiana.
Así, lo que busca Becker es explicar y demostrar que la racionalidad económica se aplica a todos los comportamientos humanos.
Por ejemplo: El considera a la familia como una pequeña empresa, concluyendo que a medida que los ingresos aumentan en la familia, los padres invierten más tiempo y dinero en la educación de sus hijos y limitan el tamaño del grupo familiar.
De la misma manera, Becker visualiza el matrimonio  como un contrato que tiene costos y beneficios. ¿Cuáles serían esos costos?, pues en primer lugar sacrificar la independencia y asumir un compromiso. El beneficio o la ganancia que presenta el matrimonio tanto para el hombre o para la mujer, es mayor al que obtendrían permaneciendo soltero, y es que el matrimonio proporciona compañía y oportunidad de especializar el trabajo en el hogar…… ¿y las relaciones prematrimoniales?.... simplemente se deben considerar como una inversión en información sobre la pareja.
Becker define que los hijos son una de las razones por las que una pareja desea casarse. Y recuerda, desde la óptica de la economía, que éstos son considerados un bien durable por los padres, pues, aunque se pequeños no producen nada, en el futuro si lo harán. Por eso, se permite afirmar que es necesario que los matrimonios tengas niños, pues únicamente así, garantizarán el crecimiento económico prolongado de un país. Así señala: Un país sin personas no contará con el capital humano ni con la mano de obra necesaria para seguir generando riqueza. Sólo con familias numerosas se puede resolver el problema de pobreza en el mundo.
Esto se contradice con lo que actualmente está sucediendo en el mundo y en nuestro país, pues si bien a mediados del siglo XX la tasa natalidad era de 5 hijos por mujer, en la década del 90 la tasa bajó a  2,6 hijos por mujer.
Cabe señalar también que en países como China existe un estricto control de la natalidad, en donde a cada familia solo se le permite tener un hijo, las parejas que infringen esta norma son condenadas a pagar elevadas multas. En los países en los que hay más libertad, el objetivo de reducir el crecimiento de la población se logra menos directamente informándola de las técnicas de control de la natalidad.
Otra afirmación de importancia en relación con la familia es la incidencia negaría desde el punto de vista económico tiene el divorcio en la sociedad. ¿Por qué un individuo busca divorciarse de su pareja? La respuesta es porque ve en esa acción un beneficio mayor que al de permanecer casado. Pero realmente lo es?, Becker deja ver que esa concepción del divorcio  es errónea, pues provoca serios daos tanto en individuos como en la sociedad.
En el ámbito de la delincuencia, Becker también plantea una teoría interesante: Si se castiga de manera más drástica a los que infringen la ley, necesariamente tendría que bajar la tasa de delincuencia. Estos porque los individuos que delinquen evalúan los costos  y beneficios antes de cometer un delito, de forma tal de utilizar los medios más eficaces para el logro del ilícito. Por ejemplo: si se aumentan los impuestos a las armas (que se refleja en condenas más altas para aquellos antisociales que las usen), necesariamente deberá ajar el uso de éstas a la hora de delinquir.

Gary Becker y el problema de los inmigrantes
Los mexicanos pagan “mulas” para cruzar la frontera con los Estados Unidos,  o lo hacen nadando a través del Río Bravo. Otros como los  Afganos acampan a las afueras de Calais en un entorno sucio  y peligroso, esperando para cruzar a Gran Bretaña. En todas partes, al parecer, siempre hay hombres, mujeres y niños tratando de entrar ilegalmente a  otro país.
Las personas con visas de trabajo representan un 70% de los inmigrantes legales en Alemania, por ejemplo, pero solo el 5,6% entra a Estados Unidos, la tierra original de las oportunidades. El resto llega porque un miembro de su familia ya está en el país. La cuota anual de los Estados Unidos de visados para trabajadores altamente cualificados puede agotarse en cuestión de semanas. Más gente de la que puede quiere trasladarse a países ricos.
En una de su última conferencia Gary Becker propuso una solución “radical” a este problema complicado. Becker sostuvo que la inmigración está fuera de orden debido a la ausencia de un precio de la oferta y la demanda. Los gobiernos, sugirió, podrían utilizar los principios económicos para asignar los visados, ya sea mediante la venta del derecho a migrar a un precio que atraiga una cantidad deseada de emigrantes, o por la subasta de visas de inmigrante.
Al igual que con cualquier precio, uno para la inmigración sería la de asignar la capacidad de migrar a los que más lo deseen. El éxito de los emigrantes, indicó Becker, todavía sería mejor, incluso después de pagar una tarifa considerable por ese privilegio. Pero el país receptor también se beneficiaría. Ajustando el precio de año en año permitiría a los gobiernos mantener el control sobre el número de inmigrantes que llegó, mientras responde a las cambiantes condiciones del mercado laboral. Y los ingresos obtenidos podrían apaciguar las preocupaciones de aquellos que se oponen a la inmigración, sobre todo ahora cuando se necesitan ideas para mejorar las finanzas públicas. Cobrando $ 50.000 por el derecho a inmigrar, dejaría a los Estados Unidos un valor neto de 50 mil millones de dólares si se deja en un millón de inmigrantes, más o menos la cantidad que admite legalmente en la actualidad.
La mayoría de los inmigrantes tentados por un sistema de cuotas sería aquella que busca el mayor beneficio económico de la migración, tales como aquellos que desean incrementar sus salarios. O personas con talentos y habilidades específicas. El joven, según Becker, también estaría más interesado porque tendrían más años para recuperar los costos de la visa. Una idea atractiva, tal vez, para una Europa de rápido envejecimiento.
Países como Gran Bretaña y Canadá usan el sistema de “puntos”, que tiene por objeto seleccionar a los inmigrantes que tienen niveles educativos o habilidades especializadas que consideran económicamente convenientes. La política de inmigración en los países ricos es demasiado tóxica para el replanteamiento radical de Becker. Pero no está claro si una incluso sea necesaria.

Ampliación del concepto de la teoría del comportamiento humano
Gary Becker, gran economista, Premio Nobel y Medalla  Presidencial de la Libertad en Estados Unidos,
Centra sus estudios de la economía en el Capital Humano, como incide la economía en la vida del hombre, y diversos aspectos como la familia, la discriminación, la drogadicción, y la delincuencia.
Por lo cual aun cuando resulte polémico, no es extraño que cause revuelo sus planteamientos ahora en políticas  relacionadas con la inmigración, ya que  critica que las políticas de inmigración actuales no funcionan  por lo cual plantea la idea de soluciones radicales. Su política sostiene  ni más ni menos que  gravar  con impuestos el derecho a instalarse para los inmigrantes. Para él  la inmigración es un reto a largo plazo, toda vez  que  deberá  hacerse cargo del gasto de las pensiones, ante lo cual, hace un llamado a aumentar la edad de jubilación.
Para Europa el tema de la Edad de jubilación, no es un tema menor, debemos tener presente que Europa es un continente que está envejeciendo cada día más, cuyas tasas de natalidad son bajas y tasas de  longevidad en la población son  altas, por lo cual el tema de la edad de jubilación cobra gran importancia en la economía de los países ricos. Ante esto,  la tibia propuesta Francesa de aumentar la edad de jubilación de 60 a 62 años, no satisface a Becker, quien mira  con buenos ojos el sistema de Japón que tiene como promedio de jubilación los 68 años, y propone un aumento gradual entre 68 y 70 años, lo cual conllevaría beneficios enormes en pensiones y salud. En Gran Bretaña  la edad de jubilación se eleva entre  65 y 66, no obstante no hay un compromiso gubernamental al respecto.
Gary Becker causa revuelo no sólo con estas declaraciones, sino también con respecto a las políticas de la llamada eurozona, ante las economías de   Portugal, España y Grecia, que presentaron, sobre todo en Grecia, problemas a principios de este año.  Ha habido un aumento del gasto público  demasiado rápido, lo cual trae sin duda repercusiones en el euro, por lo cual llama a adoptar medidas de austeridad, adoptar políticas de flexibilidad laboral. Augura un papel preponderante de Asia en la economía  transformándolo en el centro de gravedad económico.
La política económica de Becker, se caracteriza por la importancia que le da a  la inversión en la gente como capital humana, ya que señala  que las personas son el centro de la economía.

 Conclusión
Para Gary Becker la economía va más allá del comportamiento de las personas en el mercado, señala que en todas las actividades que realizamos a diario está inserta en la economía, aunque no se transen bienes o servicios. Este concepto de economía lo lleva a ámbitos de la psicología y sociología.
Para él, el individuo en la toma de decisiones tan particulares y personales como el planificar una familia o el pensar en divorciarse, tiene connotaciones económicas.
En sus últimas conferencias, incluso se ha aventurado a temas más macro, como el problema que presente Estados Unidos y los Ilegales (latinos en su mayoría) o  el aumento en la edad de jubilación de la masa trabajadora.
Si no nos damos cuenta entonces, todo nuestro diario vivir lo podemos llevar a un ámbito económico. Entonces, ahora, antes de tomar una decisión como el de pensar en vivir en pareja, tendremos primeramente que analizar los costos y beneficios que conlleva esta acción, ponerlos en una balanza y darle un valor a los pro y contra, y solo así tomar la decisión que creemos cumpla con nuestra expectativas y satisfaga nuestras necesidades.



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